Round 1: en esta esquina......
No tengo mayores prejuicios con la gente pero hay que reconocer que algunos dan motivos como para segmentarlos y estigmatizarlos.
Anoché mi amigo me invitó a comer algo rápido a la salida de un local y en un momento dado entraron 2 chicos asustados ; tras ellos, un grupo de al menos 6 raperos armados de prepotencia los comenzaron a increpar por su condición sexual y a empujones intentaban sacarlos fuera para darles una clase magistral de hombría, masculinidad, virilidad a fuerza de puños, patadas y palos.
Afortunadamente uno de los que atendían el movido local hablaba en su mismo lenguaje se enfrentó impidiendo que los sacaran. Los pobres chicos con celular en mano intentaban llamar a la fuerza pública para que los asistiera y al resto de los comenzales evitarnos ver una escena al más puro estilo enfrentamiento de las barras bravas en nuestro querido estadio nacional ( flor de pelea). Analizando en ese momento la situación y viendo a las victimas del caso solo puedo decir que me daban pena ver lo inútil que les hubiera resultado siquiera intentar enfrentarlos, inspiraban cero poder de ataque o defensa asi que la adrenalina ya me estaba saturando el torrente sanguíneo y me disponia a vestirme de azul, con una colorida zunga roja sobre el pantalón y a sacar una larga capa roja ..... cuando ya estaba por arrancar los botones de mi camisa y los botones saltando por todos lados la chusmería del hey ..... oh.. hey ......oh, había salido del local y amenazando a medio mundo con golpes si intervenían, y de paso llevándose algunos recuerdos del lugar (papas fritas, cigarros, galletas etc, etc.) :
Guardo mi capa y mi zunga roja pasión y les digo que para evitar ver como los despedazaban a golpes mejor los encaminaba en mi super auto.... . obviamente dijeron si a la primera.
Ya en el trayecto a una zona segura lejos de los engendros del rap nos comentaban el por qué tanta rabia de estos quinceañeros ( si quinceañeros pero con alma de mafioso de los suburbios de N.Y.). Nada, solo se bajaron de un auto muy enrabiados ( tal vez de un taxi a cuyo conductor convencieron amablemente de que no les cobrara la carrera), los vieron y decidieron que ese par de chicos (as) eran un buen elemento para liberar tensiones y acreedores del premio "punshing ball of the year".
Conclusión, prácticamente los dejé en la puerta de su edificio y animarlos a que lo tomaran como una anécdota más de la vida ( y que tomaran un curso intensivo con Ivan Moreira (UDI) para relajar las manos y nudillos en la cara de tu oponente de turno).
Anoché mi amigo me invitó a comer algo rápido a la salida de un local y en un momento dado entraron 2 chicos asustados ; tras ellos, un grupo de al menos 6 raperos armados de prepotencia los comenzaron a increpar por su condición sexual y a empujones intentaban sacarlos fuera para darles una clase magistral de hombría, masculinidad, virilidad a fuerza de puños, patadas y palos.
Afortunadamente uno de los que atendían el movido local hablaba en su mismo lenguaje se enfrentó impidiendo que los sacaran. Los pobres chicos con celular en mano intentaban llamar a la fuerza pública para que los asistiera y al resto de los comenzales evitarnos ver una escena al más puro estilo enfrentamiento de las barras bravas en nuestro querido estadio nacional ( flor de pelea). Analizando en ese momento la situación y viendo a las victimas del caso solo puedo decir que me daban pena ver lo inútil que les hubiera resultado siquiera intentar enfrentarlos, inspiraban cero poder de ataque o defensa asi que la adrenalina ya me estaba saturando el torrente sanguíneo y me disponia a vestirme de azul, con una colorida zunga roja sobre el pantalón y a sacar una larga capa roja ..... cuando ya estaba por arrancar los botones de mi camisa y los botones saltando por todos lados la chusmería del hey ..... oh.. hey ......oh, había salido del local y amenazando a medio mundo con golpes si intervenían, y de paso llevándose algunos recuerdos del lugar (papas fritas, cigarros, galletas etc, etc.) :
Guardo mi capa y mi zunga roja pasión y les digo que para evitar ver como los despedazaban a golpes mejor los encaminaba en mi super auto.... . obviamente dijeron si a la primera.
Ya en el trayecto a una zona segura lejos de los engendros del rap nos comentaban el por qué tanta rabia de estos quinceañeros ( si quinceañeros pero con alma de mafioso de los suburbios de N.Y.). Nada, solo se bajaron de un auto muy enrabiados ( tal vez de un taxi a cuyo conductor convencieron amablemente de que no les cobrara la carrera), los vieron y decidieron que ese par de chicos (as) eran un buen elemento para liberar tensiones y acreedores del premio "punshing ball of the year".
Conclusión, prácticamente los dejé en la puerta de su edificio y animarlos a que lo tomaran como una anécdota más de la vida ( y que tomaran un curso intensivo con Ivan Moreira (UDI) para relajar las manos y nudillos en la cara de tu oponente de turno).
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